¿Cómo se relacionan el IoT y LoRa?
Para poder conectar cualquier objeto con Internet, éste debe contar con un dispositivo de comunicación anexado a él, de tal manera que pueda obtener información necesaria del objeto y transmitirla a Internet.
Este dispositivo de comunicación junto con el objeto, en el campo del IoT, es llamado nodo y tiene como propósito adquirir la información de algún fenómeno físico (mediante sensores) y enviarlo a un punto común llamado puerta de enlace (el cual posteriormente enviará la información a Internet).
Debido a que los objetos de interés pueden estar a la intemperie, se debe contar con un nodo con poca necesidad de energía para que sus baterías puedan durar años al aire libre sin que se deban estar cambiando recurrentemente.
Por esto, es necesario utilizar sensores de bajo consumo y una tecnología de comunicaciones que pueda establecer un enlace a grandes distancias con baja potencia, aunque esto signifique sacrificar ancho de banda.
¿Qué tiene que ver LoRa?
Aquí es donde entra LoRa, una tecnología de comunicaciones capaz de alcanzar un rango de comunicación muy largo.
Una puerta de enlace puede llegar a cubrir cientos de kilómetros, al costo de velocidad de datos (por debajo de los 50 kbps), pero es ideal para aplicaciones que no requieran baja latencia o alta tasa de transmisión de datos, como lo son muchas de las aplicaciones de IoT.
LoRa es la modulación inalámbrica utilizada para crear el enlace de comunicación de largo alcance. LoRa se basa en la modulación de Chirp Spread Spectrum (CSS) que tiene las mismas características de baja potencia que la modulación por desplazamiento de frecuencia (FSK), pero aumenta significativamente el rango de comunicación.
Una de las grandes ventajas de LoRa se encuentra en su largo alcance.
Es así que podemos combinar el IoT y LoRa para seguir innovando en proyectos e investigaciones donde necesitemos transmitir información desde puntos muy lejanos y, a su vez, lograr almacenarla o mostrarla a través de Internet.